2001 A Space Odyssey (UK, USA 1968) 50 años de la perfección y la soledad.

Este Abril se cumplieron 50 años ya, de que Stanley Kubrick nos entregase argumentablemente, la mejor película de ciencia ficción hecha en la historia del cine.

Por: Deadman.
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IVOOX: Podcast.


Introducción:

Para los lectores habituales en este espacio lo saben: su servidor es devoto de la filmografía, la visión y el método de hacer cine, del señor Stanley Kubrick. Si bien su carrera no fue basta en números de películas, cada uno de sus filmes son tan únicos, tan obsesivamente perfectos, tan profundos y con tanto contenido entre líneas, que son objeto de estudio indispensable en las escuelas de cine de todo el mundo, su obra es tan emblemática, tan innovadora y tan relevante, que se grabó en la piel de la cultura popular en todo el mundo. Más allá de eso, Kubrick creó una especie de aura de leyenda y perfección sin margen de error a niveles totalmente sobre humanos y esa leyenda, esa aura tienen muchísimo sustento en los hechos, la carrera de Kubrick y su legado, son una gran historia por sí mismas, ojalá que así como el tiempo le ha ido engrandeciendo, ojalá su obra vaya llegando siempre a más y más personas pues es sin duda, la mejor herencia que nos dejó como sociedad.

Desde el título mismo de la película al compás de "Así habló Zaratrustra" se sabe que estamos ante algo grande.

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Considero bastante de sobra decirles que esta obra maestra del cine y sin duda pieza clave de la ciencia ficción, no es para todo el mundo, Kubrick podrá ser muchas cosas, pero jamás fue un director fácil, su visión del cine sigue desafiando los análisis más sesudos y rebuscados del mundo y siempre sorprende con algún detalle, alguna pista nuevos. No es un secreto tampoco, que 2001: A Space Odyssey tiene un ritmo narrativo único que no puede ser comparado pues es totalmente al uso de su director, esto (cuidado) no la convierte en 'lenta', pero se toma por completo su tiempo para contar lo que quiere, esconder el resto y repartirlo en piezas milimétricamente calibradas para su dosificación a lo largo de sus minutos de duración. Así pues, con una obsesión compulsiva por lo que él (Kubrick) considera orden, tenemos en está una de las películas más importantes en la historia del cine. ¡Bienvenidos!

Trailer original, remasterizado.

En la visión de Kubrick para contarnos esta historia, el director es implacable, desde el primer momento nos reta a entender, a leer entre líneas, a crear teorías e interpretaciones... el monolito negro es uno de esos retos.

Plot:

Película dividida en 4 actos, no todos delimitados por la tarjeta de presentación (esto de manera deliberada por Kubrick) y son:

1.- The Dawn of Man.

Hay dos grupos de homínidos viviendo en las durísimas condiciones de un valle rocoso semi desértico, los recursos son escasos a grados dolorosos y los peligros asechan cada segundo, no hay descanso ni tregua en ningún momento, para colmo solo hay una charca con agua, la cual obviamente está en disputa entre ambos grupos de primates, sumado el hambre que les consume y a un leopardo que los depreda de forma natural, pareciese que no hay salida para estos dos grupos más que la muerte, pero un día un extraño monolito de arquitectura perfecta irrumpe la tranquilidad de uno de los grupos de proto humanos y el contacto con el mismo les dota de algo que no poseían: inteligencia y consciencia de sí mismos. Ya no temerán al leopardo, sabrán proveerse de alimento y defenderán su charca usando herramientas. El primer asesinato habrá de ser cometido 'por el bien de la manada'.

2.- TMA-1, or the Monolith on the Moon.

Varios millones de años después de las escenas iniciales que tienen lugar en África, en pleno siglo XX, el ser humano está colonizando la luna. Los astronautas norteamericanos descubren allí un campo magnético extraño y al excavar para averiguar la causa descubren un monolito negro enterrado bajo la superficie lunar. Asombrados por el descubrimiento, lo ocultan a la opinión pública y aíslan su colonia para mantener el hallazgo en secreto. Propagan el rumor falso de que el verdadero motivo de  la cuarentena en su colonia lunar es la aparición de una extraña infección.

Los norteamericanos no saben qué es exactamente el monolito, pero sí sospechan que su origen es artificial pues además de su forma perfectamente rectangular, el estado de la excavación indica que fue enterrado a propósito. Lo contemplan con el mismo asombro e incomprensión que el clan de homínidos contemplaba el primer monolito en épocas prehistóricas. Mientras se discute si es conveniente o no dar a conocer el hallazgo, el equipo de astronautas aprovecha para hacerse unas fotografías junto al extraño artefacto, en lo que todos saben que constituye un acontecimiento histórico. Es la primera prueba de la existencia de inteligencia alienígena. Pero algo ocurre mientras hacen las fotos.

Cuando la luz solar incide en el monolito por primera vez desde que fue enterrado, la losa negra emite una fortísima señal de radio. La señal se filtra por los receptores que cada astronauta lleva en su casco, creando un chirrido dolorosamente insoportable. El monolito es una alarma. Tiene la función de enviar una señal a sus creadores en el preciso momento en que ha sido desenterrado, como aviso de que los seres humanos han evolucionado lo suficiente como para haber desarrollado el vuelo espacial y las tecnologías necesarias para localizar el monolito y sacarlo a la luz.

3.- Jupiter Mission 18 Months Later.

La nave Discovery llega a las inmediaciones de Júpiter. Tras una serie de peripecias absolutamente trágicas derivadas todas de la rebelión (programada desde tierra o decidida de manera autónoma) del ordenador llamado HAL 9000 quien ha decidido que la tripulación supone un peligro para la realización de la misión (de nuevo, no sabemos con certeza y es totalmente una interpretación, ya que Hal 9000 bien pudo solo ver por su propia sobrevivencia, lo que sería definitorio de que posee sentido de consciencia sobre sí misma y de los conceptos llamados vida y muerte), sólo uno de los astronautas, Dave Bowman, ha sobrevivido. Con la nave prácticamente inservible y sin la posibilidad de esperar un rescate que podría tardar años, Bowman localiza un monolito negro flotando en la órbita de Júpiter. Sin duda, este monolito debe de ser el destinatario de la señal emitida por aquel otro monolito hallado en la luna. Bowman utiliza una pequeña cápsulas de exploración para salir de la Discovery y dirigirse hacia el monolito. Quiere observarlo de cerca.

Pero cuando la cápsula se aproxima al monolito algo extraño sucede: un insondable abismo se abre ante un atónito Bowman, mientras la cápsula parece acelerar a un ritmo inconcebible. Abrumado por la velocidad y por momentos casi a punto de perder la consciencia, el astronauta contempla lejanos rincones del cosmos y mundos misteriosos. Su pequeña cápsula ha sido absorbida por el monolito y lanzada a un alucinante viaje a través del universo. El tercer monolito, el que orbitaba en torno a Júpiter, es una puerta para viajar al infinito.

4.- Jupiter and Beyond the Infinite.

El alucinante viaje de Bowman termina bruscamente y su destino final es todavía más sorprendente, pero no por su extrañeza sino por su inesperada familiaridad. La cápsula ha aparecido en una especie de habitación de hotel. Se escuchan algunos sonidos extraños, algo que podría ser interpretado como ¿voces? que parecen venir del exterior, pero cesan rápidamente y todo queda en silencio.

Dave Bowman está solo en una extraña habitación de hotel. La habitación está construida según parámetros humanos y está obviamente destinada a que la habite un ser humano, pero hay algo extraño en su diseño. No parece “auténtica”. Es como una imitación; demasiado artificiosa como para ser realmente una verdadera suite de hotel. Sea lo que sea este lugar, está probablemente muy lejos de la Tierra y no parece más que un simple decorado. No sabemos quién le ha puesto allí o por qué, pero nos da la impresión que la suite es en realidad como la jaula de un zoológico: quienes la han construido han imitado superficialmente el hábitat de un ser humano y le proporcionan comida, agua y ropa. Sin embargo, nunca se dejarán ver. No sabemos quiénes son, o cómo son.

Y así, sin saber nada y contemplando su propia persona tendida en cama agonizando, envejece hasta el día en que él mismo es esa figura misma a la que, le llega la hora y empieza a agonizar, la vida se le escapa del cuerpo y es hasta entonces cuando aparece ante él un monolito negro, que se alza a los pies de su cama, majestuoso e inerte. Bowman, a punto de morir, lo señala como queriendo decir algo. En ese mismo momento, el Dave Bowman humano desaparece y sobre la cama aparece un fantasmagórico embrión. El monolito ha transformado a Bowman, como millones de años atrás un cavernícola fue transformado por otro monolito idéntico. Bowman ya no es un ser humano, sino el primer individuo de una nueva especie. Un nuevo tipo de entidad que ya no está sujeta a la esclavitud del cuerpo físico y que puede viajar a su antojo por el universo. Es el Niño de las Estrellas.

La evolución se ha completado finalmente.

Crítica/Comentario:

Esta película, basada en un relato corto de Arthur C. Clarke, (quien después haría un libro ampliando el universo de Odisea en el espacio y aclarando un montón de dudas), es una película a la cual los años y las generaciones no han dejado desapercibida, es quizá la película más analizada, más estudiada y más teorizada en la historia del cine, es la película en que Kubrick mostró absolutamente todo, pero donde no explicó absolutamente nada. Para muchos una película aburrida y absorta en sí misma que tiene una sobrevaloración considerable y que 'no es para tanto' pero, de antemano les digo a todos esos escépticos de 2001: A Space Odyssey es un paso imprescindible y determinante en la historia del cine y el valor innovador de Kubrick de hacer "científicamente viable todo lo que se pueda atestiguar aquí" le da un valor mas allá de toda crítica y gusto personal, desde el hecho de ser la película 'madre' que da a luz cosas como Star Wars, Star Treck y al infinito en títulos del espacio exterior, así como el tópico distópico de la lucha de el hombre Vs la máquina (como Mátrix o Terminator) a definir las reglas a la hora de labrar un camino para contar historias de ciencia ficción más allá del viejo cuento de hadas.

la cámara es un testigo vivo de todo lo que atestiguamos, es un tripulante mudo que puede sentir, sufrir, escuchar y compartir la desolación de la soledad con nosotros.

Siendo claros, uno no se puede enfrentar a 2001 con la idea de ver un film convencional. para empezar se habla muy poco entre personajes (que también, son pocos), en general son diálogos más bien triviales. El ritmo en general es el que Kubrick define como perfecto para tal o cual situación (para muchos, será lento y cansino) así como sin duda, su final es hermético como en ninguna otra película. Sin embargo, hay que entender que para decir lo que se quiere decir, la película tenía que ser así por narices. Si Kubrick se hubiese dejado llevar en su día por Clarke, quien era el que le ataba en corto y no le dejó convertir la película en un monstruo definitivamente abstracto, 2001 perdería toda su fuerza. Sí, entenderíamos todo meridianamente (quizás... siendo MUY optimistas), pero perderíamos un espectáculo audiovisual irrepetible que sin duda marcó a la humanidad completa.

La secuencia del asesinato del HAL 9000 quien expresa incluso miedo y pide clemencia ante su verdugo es quizá una de las más innovadoras, antes de 2001 A Space Odyssey, conceptos como una inteligencia artificial con un grado tal de evolución que sea consciente de sí misma, era básicamente impensable. 

Hay contadas ocasiones en la historia del cine que sucede que una obra artística supera los límites de la disciplina a la que se adscribe. Este es uno de esos casos, 2001 es más, mucho más que una película, y por lo tanto no se la puede juzgar sólo mediante criterios cinematográficos. No pretendía convencernos de nada, tan sólo sugerirnos la belleza, el infinito, lo trascendental y maravilloso que todos llevamos en nuestro interior a través de una narración extemporánea, un cálido amasijo de impresiones y revelaciones, un encuentro con nuestros orígenes y nuestro destino en un hipotético pliegue del tiempo. Puede resultar pedante su arrogancia, egocéntrica su puesta en escena, aburrida en determinados momentos su narración 'kubrickense', insufrible su metódico y angustioso ritmo; y quizá todo esto sea cierto… pero el poder de fascinación de 2001 ha perdurado durante décadas y lo seguirá haciendo dentro de muchas generaciones. Tal vez eso sea lo que algunos denominan, sin rubor ni miedo a decir las cosas como son; “arte cinematográfico”.

Conclusión:

Y así, de manera insólita para la época, recuperando esquemas narrativos de las primeras épocas del cine mudo, Kubrick firma una obra tan personal como expresiva, llena de detalles reveladores y técnicamente muy difícil de igualar, sobre todo en fotografía. El uso de la luz, con su sello característico -especialmente en las tomas de interior-, es magistral. El empleo de diferentes objetivos de cámara y de aberturas de diafragma, para lograr el efecto perseguido en cada toma, está magníficamente dosificado y trabajado. Los encuadres, armoniosamente compuestos hasta casi rayar la obsesión, cautivan la mirada del espectador. La combinación de luces y sombras y la dosificación del color están meticulosamente reguladas para servir justamente a cada escena de la película. Nada falta y nada sobra. Todo se une para crear uno de los impactos visuales más contundentes de toda la historia del cine, muy por encima, incluso, de otras obras más modernas con iguales pretensiones.

Así, un día Stanley Kubrick volvió a las estrellas, regresó a ser lo que era antes de nacer justo al morir, pero en ese periodo intermedio entre nuestros grandes desconocidos (lo que fue y lo que será de nuestra existencia previa a esto que llamamos vida) y nos dejó un legado precioso que seguramente estará presente por muchas generaciones más que verán asombradas como un señor malhumorado en 1968 pudo ver el futuro con una claridad que ya hubiese querido demostrar Nostradamus o cualquier profeta pseudo sobrenatural. Para mí sinceramente, es el mejor filme conceptual de la historia del cine, ya que es prácticamente imposible concentrar tantos conceptos metafísicos en dos horas y media de metraje. Sólo hay que ver la avalancha de críticas (tanto a favor como en contra) que ha despertado a lo largo de toda la historia. Lo que le da categoría a "2001" de obra maestra absoluta es que cada vez que es visionada, se le puede otorgar un significado distinto normalmente dependiente del estado de ánimo de cada uno. Por tanto, nos hallamos ante el primer filme interactivo de la historia del celuloide. Probablemente el genio de Kubrick en su momento no fue totalmente consciente de la herencia que le ha dejado a la historia del arte universal.

Hasta la próxima!

"El despertar del hombre"