Por: Deadman.
Twitter: @AzraelHell
Introducción:
Todos los que somos fanáticos del cine hemos pasado por el terror que implica saber que una de nuestras películas favoritas sean llevada de nuevo a las salas en una nueva versión en lo que ahora todos conocemos como "Remake" que no es otra cosa, que volver a hacer una película vieja de nuevo, bajo la lupa de un nuevo director y un nuevo equipo de producción, la mayoría de las veces de manera lamentable y con la única intención de hacer dinero fácil, de lograr éxito en base a un concepto que tuvo el mérito de ser original, de innovar en su tiempo y que dejaron un legado innegable... pareciese una receta fácil para llenar las salas de cine y tener el éxito de la película original no? pues la historia del cine nos demuestra que eso es, en la gran mayoría de los casos, un error.
Y es que la mayoría de los remakes no respetan la idea original, substituyen todo lo bueno que hizo de la película original un éxito memorable con caca, con ideas repetitivas, con efectos especiales modernizados que en vez de aportar, restan a la secuencia narrativa, utilizan actores con poco o ningún talento que transmiten de manera más bien deficiente lo que el guión primario dictaba en el personaje y todo ello sazonado con la censura actual y la clasificación prioritaria para adolescentes y adultos terminan concibiendo en la mayoría de las ocasiones, unas películas más bien aburridas, sosas, carentes de magia, fomes y sin ningún tipo de aportación a la escena mundial cinematográfica.
Cuando me enteré que "Dawn of the Dead" sería llevada de nuevo a los cines siendo el debut de un neófito llamado Zack Snyder cuyo más cercano indicio de experiencia en el campo del terror y el misterio era haber sido guionista de la serie "Scooby Doo" a fines de los 90 y en comerciales de TV sinceramente me temí lo peor; un remake fome más del montón sin gracia alguna destinado al olvido.
No pude estar más equivocado. (afortunadamente)